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Las bacteriemias por Staphylococcus aureus son un importante problema en la patología infecciosa debido al frecuente desarrollo de complicaciones y a su elevada mortalidad. La bacteriemia por S. aureus (BSA) incrementa el tiempo y costes de hospitalización derivado de la prolongación de la estancia hospitalaria y de las exploraciones complementarias asociadas. Aunque no existen criterios de bacteriemia complicada (BC) universalmente aceptados, diferentes estudios prospectivos han tratado de identificar los factores predictores de complicaciones. El tratamiento empírico precoz y adecuado y la optimización del tratamiento antibiótico son unas de las claves para mejorar el pronóstico de las BAS. Según los datos de sensibilidad de cada hospital y los factores de riesgo de cada paciente, se puede sospechar una posible BSAMR, y así orientar el tratamiento empírico a fin de mejorar el pronóstico y evitar complicaciones. El clínico puede actuar modificando el antibiótico iniciado empíricamente en cuanto conozca la sensibilidad del microorganismo en los casos en los que el tratamiento empírico no sea adecuado