Así eramos los muchachos de antes

Gemelo y su hermano Quisquilla ingresaron en el Asilo Provincial para que no estuvieran abandonados en la calle pues, sus tíos no quisieron hacerse cargo de ellos, a la muerte de su padre, aunque durante un tiempo, relativamente pequeño, estuvieron bajo la tutela del abuelo, con unas normas muy rígida porque en aquellos tiempos la severidad y rigidez del régimen político de España trascendía a todos los ámbitos sociales, incluso al de la familia. El niño que tiene padres no sabe lo que tiene hasta que deja de tenerlos, claro está, como le ocurrió a Gemelo. Con los padres se tiene, cariño, ayuda material y apoyo moral; con los padres el niño está seguro, alimentado, cuidado y mimado; con los padres un niño crece y se desarrolla en un estado natural y va aprendiendo todo lo que surge en su entorno familiar bajo la tutela y vigilancia de sus padres; los padres le sirven también, de freno y dirección en sus desvíos y conductas morales y emocionales. Un niño siempre tiene a sus padres y le sirven de ejemplo como modelo a seguir y ellos hacen, casi siempre, lo que ven hacer a los padres. Ahora, Gemelo, Quisquilla y sus hermanos se veían sin padres y tenían que tomar el ejemplo y directrices de otros rumbos, de otras personas, que aparecerían en los siguientes años de sus vidas y que iban a infl uir poderosamente en su educación y carácter modelando su conducta de acuerdo con el criterio de esas personas, que no siempre era el más acertado, como se verá más adelante. Atrás quedaban ocho años de correrías infantiles y de anécdotas; atrás quedaba aquel entorno familiar, que de forma natural había sido roto con la muerte de sus padres; allí se quedaban también sus otros tres hermanos, Cigüeño, Tinaja y Gambita; ellos de momento estaban en la casa familiar a su suerte y bajo la férrea tutela del abuelo. La asonada militar de 1936-1939 empobreció a España y que fueron auténticas pesadillas y penumbras para el desarrollo y crecimiento de estos muchachos, tanto físico como mental y que eran a modo de anticipos de los desafíos que iba a librar en sus vidas de adulto y que ellos con el tiempo que, todo lo puede, logró que volviera la calma y la serenidad a sus vidas y a sus espíritus. En los capítulos de este texto se narra las vivencias de unos chicos, no muy distintos a todos los demás, con sus preocupaciones, sus miedos, sus esperanzas y también con sus alegrías y desarraigo familiar hasta lograr la edad adulta en donde siguieron luchando hasta encontrar el hueco que les tenía reservado la sociedad.